jueves, 12 de diciembre de 2013

18 días para...

He de confesar que nada es diferente desde que no estás. Quiero decir, sigo siendo la misma capulla que un día te dijo que estaba cambiando, la misma que destrozaste, la misma que escribe en medio del caos.
Y puede que no cambie nada en absoluto a partir de ahora, porque decidiste, porque decidí, mantenernos al margen. Somos la nota del apunte de los planes de la historia de alguna de las dos. Ya nunca sé si escribo para ti o para mi...
Como si eso importase ahora. Como si fuese posible respirar sin buscar(te) respuestas en los aviones del cielo. Como si escribir fuese la sutura más eficaz para las heridas de guerra, como si... Existiese algún motivo por el que seguir haciendo todo eso.
He de confesar que llevo toda la semana tratando de sacarte de mis sueños, o puede que sean pesadillas... Buscando un motivo para odiarte y que me odies, controlando mis pulsaciones para no estallar. Pero lo único que he encontrado son 18 días para... quererme más a mí que a ti.
Y puede que sea una gilipollez, pero me siento menos muerta por dentro cuando siento que de verdad te has ido... Aunque sigues ahí intentando hacernos creer que no intentarás matarme con tus maneras, aunque sigo ahí sin saber muy bien cómo diferenciar entre el "espero" y el "quiero".
Soy todas las ruinas que dejaste,
Eres la forma de autodestrucción más bonita que jamás podré olv
idar.

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