lunes, 6 de enero de 2014

Te tengo a ti...

Nunca me había imaginado que alguien me daría algo así. Yo sigo sin saber qué es lo que ves en mí para querer quedarte en mi pecho, a corazón abierto.
Hoy simplemente puedo decir que me da igual que la vida no esté de nuestra parte y que tal vez esto se nos acabe cuando te tengas que ir. Pero me gustaría que supieses las diez cosas que me callo cuando te miro después de follarte con las luces apagadas: me gusta la constelación de lunares que hay en tu espalda y ver como te retuerces por las mañanas.
Me gusta cuando me dejas mensajes secretos en el cristal del baño, cuando me haces reír y concentro todo mi mundo para hacerte feliz. Me gusta cocinar contigo y que me pongas todas las canciones románticas de mi móvil con una copa de vino (pero nunca te vas), me gusta la arruguita de la frente que se te forma cuando te enfadas conmigo. Me gusta tu forma de abrazarme por las noches haciendo que se rompan los abismos y los miedos... Me gustan tus mensajes en mi contestador cuando sabes que todo va mal y tu espacio... Pero sin dudarlo, lo que más me gusta es tu libertad. Y es que no podría atarte a alguien de quien quiero salvarte, y eso, como dice Elvira Sastre, es amor verdadero.
Es amor porque siempre he sabido que éramos más que solo sexo,  que más que solo una chica con una historia que no recordaría dentro de unos años... Eres la mujer de mis días, la que me ha devuelto la vida. Y podría alargarme más haciéndote promesas imposibles, pero tengo prisa por sentir que en el mundo solo estamos tú, yo y estas cuatro paredes, donde la única promesa que quiero es hacerte eso que algunos llaman amor para que no olvides nunca que eres mi lugar favorito de todo Madrid... Donde quiero quedarme a vivir.
 
Te quiero... Y no te haces una idea de cuánto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario