Caída libre

Existen X canciones que hablan de lo jodido que es que te encuentres a más de dos mil kilómetros de mí. De las veces que te quise y de las batallas que perdí jugándomela por ti. 

Odio esas canciones que hablan de la caída libre que es enamorarse y de la caída libre antes de romperte. Canciones que te hunden más en la mierda o que te salvan de la ostia padre. Joder, hasta ahora solo me has llenado de las primeras y de un montón de cartas que no has leído ni leerás. Cuestiones de cabezonería o miedo o no sé.

Me has llenado la piel de adioses que jamás entendí y de cicatrices que sangran cada vez que dices estar con alguien más. Supongo que no buscabas a una gilipollas que volaba por encima de sus posibilidades. Que no buscabas al fin y al cabo; ya, a ti te van más aquellos que te lo ponen difícil. Y yo, yo no he hecho más que ponértelo demasiado fácil con mis planes a largo plazo. Que me puse yo solita en la cuerda floja, que me tapé los ojos para no ver la caída porque daba miedo y me tapé las orejas para no escuchar los consejos de huir.

Ya no doy para más con esas canciones de mierda, no quiero seguir torturándome con tu recuerdo y mis ganas de que regreses . Ya no quiero seguir llenando hojas y hojas sobre amores rotos o de desilusión, sobre la ostia después de la caída. Ya no quiero ver cómo regresas si no es para quedarte. ¿Pero qué cojones digo? Joder, tú ya no estás, sólo estoy yo recordando cómo sonaba tu voz aquella noche diciéndome que era yo. 

Supongo que esa fue la peor caída libre, el haberte creído cuando me dijiste eso, y ahora, ¿dónde estás, eh? ¿dónde te has dejado nuestros planes, eh? ¿dónde has guardado ese montón de sentimientos de los que hablabas, eh, DÓNDE? 

Perdona, tal vez no debería haberte reprochado nada de eso, que al fin y al cabo, ya hemos terminado todos los capítulos a medias y las canciones y los sueños. Ojalá el tiempo te haga más feliz que cuando éramos dos, y tranquila, a estas heridas invito yo.